domingo, 22 de febrero de 2015

Yamaa el Fna y el Zoco, el vibrante corazón de Marrakech


Llegas a Marrakech, da igual que sea para una larga estancia o para tan solo un rápido paseo, el primer destino está claro: la plaza de Yamaa el Fna y el Zoco. A los pies de la mezquita de Koutoubia se expande el hervidero de casetas, olores y sabores que da paso al mercado más famoso de Marruecos. Probablemente es el rincón más conocido de la ciudad, el más fotografiado, el más turístico, y seguramente con razón. La magia de este Patrimonio cultural de la humanidad lo hacen uno de los oasis de autenticidad en una urbe que progresa y se moderniza hacia un creciente futuro económico y turístico.

Jemaa el-Fna, su nombre en francés, es el centro de la vida de la que fue varias veces capital de los muchos reinos que precedieron la formación de Marruecos. Miles de personas la circundan cada día, y no solo turistas. La plaza vacía sería tan solo una basta extensión de acera desierta, pero la realidad la convierte en un bosque de puestos de comida, zumos; tiendas de lámparas y ropa; motos esquivando a los miles de peatones que la pasean. Cuando se habla del latir de una ciudad se está hablando de lo que sucede en este lugar las 24 horas del día.




Aquí se puede hacer prácticamente de todo. A su alrededor proliferan cafés y restaurantes, algunos de ellos de máximo lujo; tiendas de souvenirs y 'chiringhitos' de comida; locutorios; todo tipo de comercios que se pueda alguien imaginar. En el centro de la plaza brotan kioscos rebosantes de fruta, vendedores de zumo de naranja, y un entramado de casetas de plástico blanco de cuyo interior emanan los olores de la cocina marroquí. Enfocados estos últimos a un público eminentemente extranjero, eso sí.

La música también resuena en la plaza. Ya sean músicos callejeros que hacen espectáculos para turistas o un grupo de hombres sentados junto a una cazuela humeante que se arranca a cantar. Yamaa el Fna también es cultura, y no en vano esa es la razón de que la UNESCO declarara este lugar como Patrimonio cultural intangible de la humanidad en 2001.

El Zoco
Una de las cosas que sorprende de Marruecos son las miles de transacciones comerciales que se producen cada minuto. En cualquier lugar hay comercios, se venden desde tapacubos usados hasta lámparas de lujo, y sean turistas o locales siempre hay una venta de por medio. Este corazón de Marrakech es la máxima representación. Ya no solo por los cientos y cientos de puestos que se agrupan en la plaza y sus calles aledañas vendiendo algo, cualquier cosa, sino, sobre todo, por su Zoco.




Un inmenso laberinto que es la meca del regateo. Quizás el mercado más conocido. Da igual lo que alcance a pensar la imaginación, seguramente entre sus calles, escaleras, terrazas, plazas interiores y oscuros callejones se pueda comprar. Generalmente los artesanos se agrupan por gremios, y así las calles principales van siendo una sucesión de los diferentes productos típicos del país, trabajos en madera, babuchas, cerámica, telas y tintes... también hay espacio para la comida, las especias y los excelentes dulces y turrones que inundan cada esquina del Reino alauí.

Perderse en el Zoco es la tarea fundamental de cualquier visita a la ciudad, no hacerlo sería como visitar París y no ver la torre Eiffel. Sus laberínticos y estrechos pasadizos están hechos para viajar sin prisa, con unos cuantos Dírham en el bolsillo para comprar las muchas cosas que se van a querer y las otras tantas que se querrán tras el embaucador alegato de los maestros del regateo que aguardan en cada comercio. Siempre dejando algo de tiempo para encontrar la salida, pues difícilmente se podrá volver al lugar por el que se entró.

Koutoubia
Al otro lado de la plaza, ajena al ajetreo se encuentra la Mezquita de Koutoubia. Como casi todos los templos del país alberga en lo alto de su minarete la horca, hablando de un pasado atroz  duro, que desde su vertiginosa posición eriza el vello. Más de 70 metros de altura y 900 años de historia con sus tonos rosados de sus ladrillos al atardecer. Los amantes de Sevilla encontrarán grandes similitudes con La Giralda, y es que la famosa torre hispalense se construyó como una gemela de la que hay en Marrakech, aunque posteriormente con la reconquista cristiana se realizaron modificaciones.


Llamada Mezquita de los libreros es otro de los grandes símbolos de la ciudad, tanto de día como de noche (momento en el que se ilumina) es la eterna vigilante de la plaza y de la avenida de Mohamed V, una de las arterias de la ciudad que tiene su inicio allí y que abre la urbe hacia algo totalmente distinto. Cafeterías y hoteles de lujo, Burger King, Mc Donalds y tiendas europeas, un Marrakech moderno, occidental y elegante que se extiende (para bien o para mal) junto al progreso del país... para el que aún quiera un trocito de autenticidad, siempre quedará Yamaa el Fna.

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7 comentarios:

  1. Qué ganas de volver a perderme y reencontrarme con su zoco con mi cámara al cuello, en ese lugar decidí que necesita algo más, a mi regreso me compre la DSLR dejando atrás mí pequeña cámara compacta. ;)

    Un post que refleja totalmente la ciudad en pocas líneas, no se podía haber hecho mejor, enhorabuena :)

    Uy, qué exceso de emoticonos =P

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    1. Los emoticonos están bien, que si algo despierta Marruecos son emociones jajaja. Yo también tengo muchísimas ganas de volver, ahora ya con más experiencia viajera. Creo que uno puede ir todos los días a perderse por el Zoco y no habrá sido una perdida de tiempo en absoluto.

      Muchas gracias por los piropos =D

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  2. Gracias por recrear tan bien el ambiente de la ciudad en tan poco espacio, no era tarea fácil que Marrakech tiene muchos matices. Yo vivo aquí de forma ininterrumpida desde hace ahora 5 años y cada día encuentro un motivo para perderme.

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    1. Tiene que ser una maravilla poder perderse cada día por esas calles. Estuve poco tiempo en Marrakech, tengo sin duda que volver para seguir conociendo todos esos matices.

      Muchas gracias por dejar tus impresiones :)

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  3. Tele-trasportas con tus palabras y tus fotografías. Precioso post de la ciudad que me acoge desde hace ya varios años. Si vuelves estas invitado a un buen té :) Un saludo desde Marrakech

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    1. Muchas gracias :) Es una ciudad a la que sin duda volveré con más tiempo para perderme y, por supuesto, para tomar té.

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  4. Me encanta tu articulo,Marrakech es una pasada; la cultura, sus centros de comercio son hermoso me parecen muy interesantes,

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