miércoles, 22 de enero de 2014

Budapest en 10 lugares y 10 imágenes


Budapest, 2 ciudades (Buda y Pest) unidas por el Danubio y sus puentes. Una capital absolutamente reconstruída tras ser uno de los escenarios que más violencia vivió durante la II Guerra Mundial, y que rememora en sus monumentos la milenaria historia de Hungría. Un casco urbano que, si te gusta caminar, se puede recorrer a pié, y una serie de rincones que van desde el romanticismo hasta la espectacularidad de sus vistas. Un pequeño repaso en 10 lugares y 10 imágenes de lo mucho que ofrece esta ciudad.

Catedral de San Esteban
San Esteban es el patrón de los Húngaros, y fue el primer Rey del país. La Catedral, junto al Parlamento son las dos cúpulas más altas de la ciudad de Pest, y en su interior se guarda una macabra reliquia: la mano auténtica del santo, que se encontró momificada en su tumba y se atribuyó a un milagro. La majestuosidad y grandeza del monumento y la plaza que lo acompañan lo convierten en un lugar más que idóneo para empezar un Tour por la ciudad.

Catedral de San Esteban de noche | B. Iru Pérez

Puente de las cadenas
Sin duda uno de los atractivos de Budapest son sus puentes, que unen la ciudad de Pest (la nueva) con la de Buda (donde se encuentran los restos arqueológicos más antiguos). De todos ellos, el conocido como Puente de Las Cadenas es el más importante y fotografiado, y sin duda el lugar por el que más se debe pasar en una visita a la ciudad. Desde allí se obtienen inmejorables vistas del Parlamento y el Castillo. Además, el puente, que tuvo que ser reconstruído tras ser dinamitado por el ejercito Nazi, fue el primero que unió las dos ciudades.

Puente de Las Cadenas | B. Iru Pérez

Se llama así pues, aunque está construído con función decorativa y como mirador, se dice que allí se situó una muralla defendida por el gremio de los pescadores contra la invasión de los Otomanos. Es probablemente el lugar desde donde se obtengan las mejores vistas del casco histórico y prácticamente de toda la capital. Además, los pasadizos y escaleras que unen sus 7 torres (en honor a las 7 tribus fundadoras de Hungría) tienen un romanticismo especial en cada uno de sus balcones al vacío.

Vistas desde el Bastión de los pescadores | B. Iru Pérez

Ópera de Budapest
Uno de los pocos edificios que sobrevivió a los bombardeos de la II Guerra Mundial. La Ópera de Budapest se encuentra en la Avenida Andrássy y, a parte de su oferta cultural, merece la pena visitar su majestuoso interior (al menos visitar su vestíbulo, que es gratis).

Vestíbulo de la Ópera de Budapest | B. Iru Pérez

Plaza de los héroes
Esta inmensa plaza está construída en honor a las 7 tribus fundadoras de Hungría, país que fue creado por nómadas que huían de las condiciones de vida del norte del Cáucaso. Supone el fin de la avenida Andrassy y a su alrededor se encuentran otros puntos de interés como el Museo Nacional de Bellas Artes o los baños de Széchenyi, una de las aguas termales más famosas de la ciudad junto a las de Gellert. La Plaza se rodea de varias estatuas con algunas de las figuras más importantes de la historia del país magyar.

Plaza de los héroes | B. Iru Pérez

Puente de la libertad
Aunque el más famoso de la ciudad es el Puente de las cadenas, el Puente de la Libertad no desmerece en absoluto atención. Su armazón de hierro verde tiene algo que embriaga, sobre todo en los días lluviosos y nublados, y pasear sobre el observando el fluir del Danubio es una actividad más que recomendable. A un extremo está el mercado, al otro el balneario de Gellert.

Puente de la Libertad de noche, con el Hotel Gellert al fondo | B. Iru Pérez

Parlamento
Sin duda el símbolo más conocido internacionalmente de Budapest. Su gigantesco tamaño y la belleza de su arquitectura neo-gótica hacen que sea digno de ser fotografiado y de fotografiarse con él, aunque para contemplar su mejor vista es necesario cruzar el río verlo desde la otra orilla, por ejemplo desde el Bastión de los pescadores, o bien desde alguno de los tours en barco que se hacen por el Danubio,

El Parlamento desde el Bastión de los pescadores | B. Iru Pérez

Monumento al Holocausto
Uno de los lugares más crudos de la capital húngara. Los zapatos de bronce se juntan, ausentes y sin dueño en la orilla del río para recordar una de las etapas más negras de la ciudad: cuando los judíos eran fusilados junto al Danubio. A pesar de ser 'solo' unos zapatos de bronce el mensaje está muy bien representado en su crudeza y es un lugar que merece la pena visitar.

Zapatos en recuerdo de los judios fusilados junto al Danubio | B. Iru Pérez

Calle Vaci
Vaci Utca, la calle peatonal y de tiendas más importante de Budapest. Aqui se arremolinan las tiendas de souvenirs, ropa, y es el lugar perfecto para ir de compras o recorrer paseando y uniendo el Mercado Central y la plaza de Vorosmary (otro de los puntos a visitar y no nombrado en este resumen). Un consejo a la hora de comprar souvenirs: las tiendas cercanas al mercado tienen unos precios considerablemente inferiores a las situadas cerca de la plaza de Vorosmarty.

Tienda de Souvenirs en la calle Vaci | B. Iru Pérez

Mercado Central
El Mercado Central es el lugar donde los húngaros realizan sus compras de alimentación, pero puede resultar una visita muy interesante por su arquitectura de hierro, la limpieza de sus callejones repletos de comida y, sobre todo, por su segundo piso. En los entresijos de la segunda planta se agrupan puestos de comida típica húngara y tiendas de souvenirs (aunque los precios de las segundas no son especialmente atractivos ni ofrecen productos diferentes a las tiendas del centro).

Mercado Central de Budapest | B. Iru Pérez

Y tu ¿Qué lugar de Budapest elegirías?

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2 comentarios:

  1. Muy chulas y muchos recuerdos viendo todas las fotos, pero sobretodo me ha gustado ver San Esteban iluminada, ya que yo sólo la vi de día y así viste mucho más bella. ;)

    Un saludo!!

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    Respuestas
    1. Yo estuve en enero así que me toco ver muchos sitios de noche, pero toda esa zona (San Esteban, puente de las cadenas, Bastión de los pescadores) merecen la pena verse de noche. Siempre me quedará la espinita de que no me dio tiempo a subir al Bastión de los Pescadores de noche.

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