sábado, 14 de septiembre de 2013

Autopista militar de Georgia, entre castillos centenarios y montañas de 5.000 metros

Mirador de Jvari | Sergio Álvarez
Hemos tenido el placer de poder desplazarnos a Georgia y Armenia por una semana, países aún desconocidos en Europa pero con un potencial turístico tremendo. Por el momento, nos siguen ofreciendo una experiencia auténtica y sin adulterar, el verdadero Cáucaso. No es Europa, no es Asia y no es Oriente Medio: es una zona especial que no podemos clasificar fácilmente, pero que nos atrapará sin remedio gracias a su increíble riqueza cultural y paisajística, y sus gentes.


En este primer artículo nos vamos a recorrer la llamada autopista militar de Georgia. Aunque su nombre evoca un pasado turbulento – sin equivocarse, pues ha sido la puerta de entrada al Cáucaso de muchos invasores – es una ruta excelente para descubrir algunos de los paisajes más impresionantes de Georgia. La carretera hoy comunica Tbilisi con Vladikavkaz en Rusia, y su construcción comenzó en 1799 a las órdenes del Tzar ruso Alejandro I.

Embalse de Zhinvali | Sergio Álvarez

A los pies del embalse de Zhinvali
Arrancamos en Tbilisi, y salimos de la adormecida ciudad rumbo a la montaña. Nuestra primera parada es el gigantesco embalse de Zhinvali, la mayor reserva acuática de Georgia, embutida entre montañas cubiertas de densos bosques. Al parecer, la gigantesca presa fue construida durante tiempos soviéticos, y sigue siendo la principal fuente de energía para la capital del país, que se encuentra a apenas 40 km de distancia.

Ananuri, inmóvil ante el paso del tiempo
Ya casi dejando atrás el embalse llegamos a la fortaleza de Ananuri, cuyos orígenes datan del Siglo XIII. Construida por la dinastía de Aragvi, ha sido testigo de numerosas batallas e incendios. Fue completamente restaurada en 2007. El lugar donde esta fortaleza se enmarca es incomparable, con el embalse a sus pies, en una estampa de postal. Es obligatoria la visita a la Iglesia de la Virgen en el interior de la fortaleza, que aún conserva algunos frescos.

Fortaleza de Ananuri | Sergio Álvarez


Paisajes arrebatadores en el paso de Jvari
El firme de la carretera empeora y comenzamos un ascenso vertiginoso, pasando junto a la estación de ski de Gudauri. Poco antes de llegar al paso de Jvari (2.379 metros), nos recreamos en el paisaje desde un anacrónico mirador de origen soviético, cuajado de murales exaltando al “proletariat”. Las vistas del macizo de Kazbegi son impresionantes, e incluso en pleno agosto es recomendable llevar ropa de abrigo: está fresco y el viento aúlla sin parar.

Gergeti Sameba, la iglesia con mejores vistas del mundo
Tras pasar al otro lado del valle, seguimos el curso del río Terek. Es entonces cuando llegamos al pequeño pueblo de Stepansmida, apenas a 14 kilómetros de la frontera con Rusia. Es hora de calzarse las botas, ya que nos espera un trekking de una hora para llegar a Gergeti Sameba, posiblemente la iglesia con mejores vistas del mundo. La subida es intensa, y la altitud hace mella en nuestro organismo, ¡estamos a más de 2.000 metros de altura y hay poco oxígeno!

Vistas desde la iglesia de Gergeti Sameba | Sergio Álvarez

El esfuerzo se recompensa con creces al admirar la aislada iglesia, sobre un fondo de montañas que superan en algunos casos los 5.000 metros. En un día de invierno despejado, con el macizo nevado es posible hacer fotografías dignas del Traveller Photo Contest de National Geographic, sin esfuerzo alguno. Tal es la belleza natural de la montaña georgiana, que en ocasiones juega con nuestros sentidos y nos hace pensar que estamos en los Alpes suizos.

Tras una visita al faro de fe de Gergeti Sameba, en el que se ofician misas regularmente, es hora de hacer el camino inverso de vuelta Tbilisi, recreándonos en los juegos de luz del atardecer. Cargamos las pilas y volveremos a la carga…

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1 comentario:

  1. Equiparse adecuadamente en aventuras veraniegas es esencial. Desde protección solar hasta hidratación y calzado cómodo, estar preparado garantiza disfrutar al máximo de cada experiencia bajo el sol.

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