España en 3 macro-proyectos sin sentido

La inversión en turismo es innegable para el desarrollo económico, pero ¿Vale todo? La aparición de la crisis ha permitido echar la mirada unos años atrás y preguntarse el porqué de algunos macro-proyectos arquitectónicos que han costado miles de millones a un país que se aproximaba al abismo económico en que ahora se encuentra. Para muestra, un breve repaso por 3 proyectos multimillonarios que fracasaron estrepitosamente en su promesa de atraer visitantes.

La construcción de los pabellones y la organización del gran evento que acogió la ciudad en 2008 costaron más de2000 millones de euros. Algo a lo que hay que sumarle que, una vez acabado el evento, la zona se convirtió en un parque empresarial cuya remodelación costó otros 120 millones de euros más.

Aunque se pretendía que la gran extensión de la EXPO, con grandes torres y pabellones acristalados, se convirtiera en uno de los emblemas de la ciudad, lo cierto es que hoy en día es más conocida por su fracaso económico por su belleza. El recinto se ha convertido en una vasta extensión de espacio y tierra sin utilizar donde caen cascotes de cemento. Para colmo, su mantenimiento sigue costando una media de 7 millones de euros anuales.

Aeropuerto de Ciudad Real

Un proyecto faraónico que se concibió en los años 90 y que se ha convertido en uno de los símbolos de la derrochadora política en materia de transportes en España. 1.100 millones de euros fue la factura de este aeropuerto que a día de hoy cuenta con 0 rutas. Tras su inauguración en 2008 solo consiguió tener operaciones comerciales entre 2009 y 2011, tiempo en el que no llegó a superar la media de 2 vuelos diarios.

A día de hoy muchos lo califican de “aeropuerto fantasma” pues su único uso es el aterrizaje y despegue de vuelos privados, estando la mayor parte del tiempo mostrando un panorama absolutamente desolador. El mantenimiento de los servicios sigue siendo underrame de pérdidas económicas para la administración, y posiblemente sea una de las muestras más claras de la importancia de invertir en el destino antes que en el transporte hasta él.

Aeropuerto de Castellón

Su coste fue menor al de las obras anteriores (algo más de 150 millones de euros), pero tras su inauguración en 2011 se ha convertido en uno de los proyectos aeronáuticos más ridículos del país ya que nunca ha conseguido el permiso para poder operar. Ningún avión comercial ha despegado ni aterrizado nunca en Castellón, y, de hecho, el primer avión que tocaba sus pistas era una avioneta en pruebas el pasado 18 de febrero.

Los aeropuertos de Reus y de Valencia se encuentran a tan solo 1 hora de viaje , una de las principales críticas del proyecto  desde un primer momento. Se ha ganado el nombre de “el aeropuerto sin aviones” y, a pesar de su costo menor que las obras anteriores, es conocido casi mundialmente como uno de los símbolos del derroche anterior a la crisis económica en España.

3 obras representativas de un problema, que durante los años anteriores a la crisis llenó de obras, para muchos innecesarias, distintos municipios de España. Está claro que la inversión turística es una de las claves para salir de los problemas económicos. La duda que surge ante estos fracasos de hormigón es, ¿Vender las riquezas de un destino o construir unas nuevas?