jueves, 31 de marzo de 2016

La Palma, el amanecer del Turismo de las estrellas


No cabe duda de que la isla de La Palma es un punto de referencia a la hora de observar las estrellas y que la palabra Astroturismo empieza a sonar a muchos palmeros. No en vano más de 20 países participan en las instalaciones astrofísicas de El Roque de los Muchachos y, no en vano, está reconocida internacionalmente como primera reserva StarLight desde 2012. Un potencial científico al que se le empieza a unir, de manera más lenta eso sí, una salida turística que mira hacia un cielo protegido por ley.

Ya desde 1988 se instauró una "ley del cielo". Si bien en aquel entonces no imaginaba quizás el gancho turístico, hoy en día continúa protegiendo el firmamento palmero de la contaminación lumínica, el paso de aeronaves o la emisión de humos por encima de los 1000 metros de altitud. "En ese campo si que somos líderes mundiales", comenta Alicia Vanoostende, responsable de turismo del gobierno insular, durante un café compartido junto a la oficina de información turística de El Paso, un municipio que también tiene, o tendrá, especial relevancia a la hora de observar el cielo.



"De hecho otras regiones europeas se asesoran en nosotros sobre esas cuestiones" dice justo antes de describir un proyecto que pondrá las cumbres del centro de la  isla, de El Paso, al servicio del astrónomo amateur. Un centro de observación con equipos más potentes de los que existen hoy en día al alcance del turista de 'a pie'. "Como estamos faltos de infraestructuras de éste tipo ideamos el año pasado el proyecto de unas casetas móviles, autosuficientes e incluso con una pequeña cocina, a las que se les abre el techo. Sería un pequeño cobijo para observar las estrellas", explica, asegurando que el objetivo es colocar la primera este año antes de que se empiece a construir un centro más complejo.

Es uno de los pasos que van dando las instituciones para aprovechar el que muchos consideran el mejor cielo del mundo. Ana García fue una de las pioneras en buscarle una salida relacionada con el turismo a ésta característica. Astrofísica de profesión se lanzó hace más de 5 años con AstroLaPalma, que junto con AstroCamp y otras empresas más (bastante fusionadas entre ellas) comparte sede física en Los Cancajos, una de las pequeñas zonas turísticas de la isla. Alquiler de telescopios y los llamados "Safaris astronómicos", que se compaginan con algún curso especializado puntual.



"No solo se trata de llevar a la gente a un punto de observación, sino de la interpretación del cielo" dice Ana sobre estos tours que duran unas dos horas y que la gran mayoría de gente reserva vía web antes de llegar a la isla. "A veces los grupos están llenos antes de la llegada", comenta. Una empresa que camina con buen rumbo y a la que se le empiezan a unir de forma tímida otros proyectos de otros emprendedores, como las observaciones nocturnas acompañadas de catas de vino o el avistamiento de cetáceos bajo el manto de estrellas que cubre la isla cada noche.

El problema viene quizás por la lentitud del desarrollo en un lugar que lo tiene todo para ser líder absoluto en este sector. "No necesariamente hace falta el mejor cielo para atraer al turista. Es importante, pero es necesaria la calidad de los servicios prestados" dice Ana, que lamenta que, a pesar de la calidad del cielo, la isla bonita no termine de arrancar el desarrollo turístico, y que falte financiación en torno a ese valor. "En primera fase el marketing o los miradores están muy bien, pero necesitamos lugares de información, centros donde dar charlas...".



Los miradores de los que habla son la llamada 'Red de miradores astronómicos'. Un proyecto que concluyó en 2015 y mediante el cual se instalaron, repartidos por toda la geografía palmera, 16 puntos desde los que observar las estrellas, con una pequeña placa indicativa de que parte del espacio se puede ver desde allí en cada época del año. Situados generalmente en puntos que ya de por si generan un interés, como el antiguo molino de Las Tricias, que aparece en las imágenes. Primeros pasos, como dice Ana, pero a los que se empiezan a unir proyectos mayores.

En 2018 debería terminarse el Centro de visitantes de El Roque de los Muchachos. El punto más importante del hemisferio norte a nivel astrofísico, como puntualiza Juan Carlos Arencibia, doctor en Física y responsable del IAC en el observatorio palmero, necesita aún de este tipo de servicios. "Reunimos las condiciones ideales, falta que se lidere ese proyecto, falta quizás un centro emblemático como existe en otros lugares" dice haciendo referencia a que esta obra, que ya está en fase de ejecución, pueda ser ese extra que necesita el Astroturismo.



En La Palma ya existen visitas a el complejo astrofísico durante el día (la noche está reservada al trabajo científico), y son muchos quienes llegan sorprendidos o atraídos por que existan telescopios de sus países de origen en unas cumbres que ya de por sí son un atractivo. También de día, cuando bajo los observatorios se expande el mar de nubes, tan característico del clima palmero, que parece hacer flotar las montañas y da la sensación de estar aún más cerca de ese cielo que tan bien conocen los que trabajan allí.

A día de hoy solo queda maravillarse con ese paisaje, pero, a partir de 2018 (si no hay retrasos) el visitante podrá acceder en el centro de visitantes a una información detallada sobre el funcionamiento de esta potencia tecnológica que cada vez pasa menos desapercibida para quien acude a La Palma. Más de 8000 personas durante el último año recorrieron la ardua carretera de montaña que conduce al punto más alto de la isla, 2423m, para visitar los observatorios.


Dice Ana, conocedora como pocas del perfil del turista que acude a La Palma en busca de estrellas, que el visitante interesado por la astronomía repite tras conocer la isla. "He tenido clientes que han venido 5 o 6 veces en el espacio de 2 años, y siempre que vienen acuden a nosotros" cuenta junto a la sede de AstroLaPalma, repleta de imágenes tomadas durante los llamados 'safaris', un atractivo especial para los amantes de la fotografía nocturna. "Se crea un vínculo. Cuando tu estás en una montaña en medio de ningún lado se crea un vínculo muy especial entre el guía y los que están allí. La Palma es un sitio que sorprende y la gente normalmente con una sola vez no se queda satisfecha".

El Astrofest 

Una de las actividades que se han iniciado para buscar y fidelizar a esos amantes de las estrellas es el Astrofest. Un encuentro que organizó también AstroLaPalma y qué, aunque también se choca con los mismos problemas de inversión por parte de las instituciones que explicaba la responsable de esta empresa, contó con dos semanas de actividades y la presencia de astrónomos y fotógrafos de referencia. "No es un evento que podamos hacer todos los años porque acabaría desgastandose", dice Vanoostende, la consejera, pero promete repetir: "La intención nuestra es hacerlo cada año y medio".

El Astrofest, que se celebró entre finales de septiembre y principios octubre de 2015. contó con conferencias, actividades de observación y un gran componente fotográfico, con excursiones o un taller especializados. "La repercusión en prensa fue importantísima" dice Ana García, pero puntualiza: "Si queremos hacer el mejor festival de astronomía del mundo, como se prentende, hay que dotarlo presupuestariamente".

Reserva Starlight 

Lo que no puede negar el Astroturismo de La Palma es que son muchas las ‘marcas’ que se le empiezan a atribuir. Desde 2012 la isla se considera primera reserva Starlight, que certifica que los cielos tienen calidad suficiente para hacer observaciones. "Hemos hecho una formación de guías 'Starlight', que son gente a la que hemos especializado para enseñar el cielo a nivel turístico" contesta Juan Carlos Arencibia preguntado por este concepto, y es que son precisamente estos guías los que lideran las visitas al centro del Roque de los Muchachos.



Al final todos parecen coincidir en que es necesario este turismo diferenciado y especializado para consolidarse, y la joya que tiene la isla cada noche parece una de las mejores maneras de hacerlo. Basta una noche despejada en La Palma para quedarse, casi sin quererlo, hipnotizado por la claridad con la que aparecen las estrellas. Un romanticismo, el de disfrutar de un manto de estrellas que, en realidad, tiene mucho más fondo.

Decía Carlos Fernández, director de la segunda conferencia internacional sobre Astroturismo, precisamente durante el Astrofest, que "observamos la punta del iceberg de lo que puede ser el Astroturismo para La Palma". Y eso parece. La Palma camina lentamente, pero: motivada por un cielo único, apoyada por el potencial científico que supone tener el observatorio más importante de Europa en sus cumbres, y desarrollada por los emprendedores que han pensado en el turismo mirando hacia las estrellas, se empieza establecer como el auténtico paraíso para quienes quieren acercarse a las estrellas sin necesidad de subirse a un cohete y meca absoluta para los amantes de la astronomía.

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