Latinoamérica llena Fitur 2013 de colorido

Si hay un pabellón en Fitur 2013 que invita a introducirse en los países que representa ese es el que incluye a Latinoamérica. Los brillantes amarillos y azules de las ropas y banderas, el olor a café que emana del stand de Colombia e invade todo el pabellón, la música que acompaña las coloridas danzas que se representan en los stands de Perú o Ecuador; no todos lo han logrado de igual medida, pero a través de su cultura conquistan el recinto y abstraen a los visitantes.

Países en crecimiento no solo económico, sino también turístico, que buscan expandir fronteras. A la agenda de editoresde blogs que tuvo lugar ayer se unieron hasta tres destinos latinoamericanos (Ecuador, Perú y México), algo que demuestra que estos países han venido a Fitur con las miras abiertas a los nuevos mercados, y la intención atraer y mantener al turismo español. Además lo hacen a través de uno de sus grandes patrimonios, y quizás uno de los más obviados en España, su patrimonio histórico y cultural.

Hasta luego a la Riviera Maya, Cancún y las imensas playas de arena blanca. México ha llegado para vender el desconocido Tulum y sus ruinas mayas, Veracruz y su historia hispánica, sus increíbles parajes naturales y arqueológicos del interior. Perú lanza una muy bientrabajada campaña de Marketing basada en su pasado inca y su riqueza arqueológica. Ecuador es una fiesta de colorido constante en plena feria, que conquista a los curiosos con sus bailes tradicionales y el aroma de sus chocolates. La salsa de Fitur la ponen al sur de las rocosas.

No todos consiguen llevarse la palma, eso sí. La sobriedad y falta de colorido del stand de Argentina hace pensar si se ha optado por la estrategia más adecuada para un turismo que es líder en receptor de turistas españoles. Una nueva estrategia en la política turística chilena hace que sea uno de los grandes ausentes de la feria, e incluso países como México se ven sorprendidos ante preguntas sobre la inseguridad del país, a pesar de su laboriosa oferta turística.

Pequeños detalles que no empañan el gran despliegue general que se puede observar en el pabellón que acoge a los países americanos. Sumando a los mencionados a Panamá con un imponente y policromático stand, o Cuba y su explosión de salsa y ron que transporta a las calles de la Habana con solo un vistazo. Un auténtico espectáculo cultural que demuestra que hay mucho más que Caribe. En definitiva, han conseguido su objetivo, Latinoamérica enamora en Fitur, y si no lo hace, al menos le aporta alegría.