miércoles, 27 de marzo de 2013

La Alfama. El sinuoso corazón de Lisboa

Calle de La Alfama | B. Iru Pérez
En Lisboa, descendiendo desde el Castillo de San Jorge se encuentra uno de los barrios más característicos de la ciudad: la Alfama. Más allá de las grandes plazas y monumentos, se convierte en el lugar ideal para perderse. Calles sacadas de otra época al ritmo de los Fados que resuenan en cada esquina, una encrucijada de cuestas y escaleras que dejan paso a pequeñas plazas perdidas entre edificios y sinuosos pasos de tranvía.


La Alfama es el barrio másantigüo de Lisboa, de hecho su nombre es de origen árabe, derivándose del tiempo que esta civilización dominó la ciudad lusa. Elevándose desde la Baixa (Lugar dónde se úbica la plaza del comercio, centro neurálgico de la ciudad) serpentea por calles empinadas hacia monumentos clave, como la Catedral de Santa Maria Maior, la iglesia de SãoVicente Fora y, sobre todo, el Castillo de San Jorge, desde el que se puede contemplar una de las mejores vistas de la ciudad. (Y al que dedicaremos un post aparte).

Calle de La Alfama | B. Iru Pérez
Se dice que La Alfama es un pequeño pueblo dentro de la capital portuguesa, y sus calles así lo demuestran. Las Plazas y recovecos que emergen de entre sus callejones rememoran imágenes de entornos rurales de otro tiempo: la actitud auténtica de sus gentes, la ropa tendida entre escaleras que conectan los estrechos caminos, los niños jugando en plena calle... Sin este barrio Lisboa perdería seguramente una gran parte de su encanto.

La banda sonora es el Fado, como en casi toda la ciudad. La tristeza de los cantos emana de los múltiples locales que se desperdigan en sus calles, en las que es casi imposible no perderse ( aunque esta quizás sea la mejor forma de conocer el barrio). La melancolía del Fado acompaña también a los pequeños restaurantes que aparecen en cada esquina, y en los que es casi obligatorio pararse a comer Sardinas a la parrilla, un plato que, junto al bacalao, se convierte en imprescindible en los menús de Lisboa.

Punturas callejeras junto a la catedral | B. Iru Pérez
Además de sus callejones y recovecos una visita por La Alfama tiene varias paradas obligatorias: como La Catedral de Santa Maria la Maior, un templo austero que data del siglo XII, que sustituyó a la mezquita de la época musulmana y que mantiene su estilo románico pese a sus reformas, obligadas tras sufrir varios terremotos. Otro de los puntos fundamentales del barrio es el Mirador de Santa Lucia, desde dónde se puede contemplar la parte más oriental del barrio y la iglesia de San Vicente y valorar si seguir subiendo o emprender el descenso hacia el rio.

Catedral de Santa Maria la Maior

La Alfama es en definitva el corazón de Lisboa. Un lugar no apto para quién lo guste de subir y bajar calles empinadas, pero necesario para empaparse del espíritu de la ciudad. Dejando a un lado la visita a los monumentos clave de la ciudad, es el lugar donde perderse y olvidarse de los mapas, la mejor manera de conocer el barrio sea seguramente ser el propio descubridor de sus rincones.


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